Salvaguardando la diversidad de semillas en las comunidades en América Central
November 1, 2019“Estamos resguardando y protegiendo nuestra agrobiodiversidad nativa.”
Con la biodiversidad declinando a tasas alarmantes, será necesario que todos trabajemos juntos para salvaguardar la que todavía queda. Para los bancos comunitarios de semillas a través de Honduras, Nicaragua y Guatemala, el 2019 ha sido un año de importante progreso en colaboraciones con bancos de germoplasma nacionales para lograr este objetivo.
Estos vínculos no sólo ayudarán a garantizar la protección a largo plazo de las variedades locales, sino que también reconocen el papel crucial de los agricultores en la conservación y el uso sostenible de la diversidad fitogenética.
Lea abajo los logros alcanzados este año por los agricultores y contrapartes con los que trabajamos.
Guatemala
En el transcurso del 2018 y el 2019, nuestra organización contraparte en Guatemala entregó cientos de muestras de semillas locales al banco nacional de germoplasma. La Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (ASOCUCH) trabaja con los agricultores que cultivan y conservan estas semillas. Ahora, además de guardarse en bancos comunitarios de semillas y ser cultivadas por los agricultores, estas variedades se almacenarán en el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas de Guatemala (ICTA).
“Estamos confiando la riqueza de nuestro pueblo, la herencia, la transferencia y generaciones de nuestras semillas en el ICTA, porque estamos resguardando y protegiendo nuestra agrobiodiversidad nativa”, dijo Feliciano Pérez, un agricultor líder miembro de ASOCUCH. Él intervino en la ceremonia de celebración de la primera entrega de 293 variedades, incluidas 100 variedades de maíz. “Hoy es un día especial para cada uno de los agricultores y líderes de los pueblos indígenas de Huehuetenango”, añadió.
Para ASOCUCH, este ha sido un “logro incalculable y contribución a las estrategias de resiliencia climática de las comunidades”. Mantener muestras de semillas en el ICTA brinda a las comunidades un lugar donde su atesorada biodiversidad local puede permanecer resguardada y disponible en caso de desastres climatológicos.
Esta colaboración entre el banco nacional de germoplasma y los bancos comunitarios de semillas liderados por los agricultores fue posible gracias al arduo trabajo de innumerables agricultores locales y los esfuerzos conjuntos de ICTA, ASOCUCH, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Centro Internacional para el Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Fundación para la Innovación Tecnológica Agropecuaria y Forestal (FUNDIT), y otros.
Nicaragua
Este julio, nuestra contraparte en Nicaragua, la Federación de Cooperativas para el Desarrollo (FECODESA), entregó 166 variedades de semillas locales al banco nacional de germoplasma del país.
Todas estas variedades continuarán siendo cultivadas, compartidas y preservadas en las comunidades de donde provienen. No obstante, las semillas almacenadas en el banco de germoplasma ubicado en el Centro Nacional de Investigación en Granos Básicos (CNIAB) del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) estarán disponibles para las organizaciones de agricultores en caso de pérdidas catastróficas relacionadas con el cambio climático.
Resguardar estas semillas en el banco nacional de germoplasma es un logro significativo en la estrategia a largo plazo de FECODESA para la conservación de la biodiversidad. Gracias a su trabajo con los agricultores, los bancos comunitarios de semillas y en colaboración con el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), las semillas continúan siendo accesibles para los agricultores a la vez que se preservan para en caso de desastre.
A través del banco de semillas localizado en la Central de Cooperativas de Pueblo Nuevo, FECODESA continúa asegurando la renovación de estas variedades de semillas para mantener su viabilidad y capacidad de adaptación a condiciones ambientales cambiantes. Las semillas también se han compartido con los agricultores a través de ferias, días de campo y bancos comunitarios de semillas. Las variedades incluye una amplia diversidad genética esencial para la seguridad alimentaria, cubriendo una gama de características deseables como son el buen gusto, tolerancia al estrés climático, y adaptación a la agricultura de bajo nivel de utilización de insumos.
Honduras
En el 2019 se obtuvo un nuevo acuerdo entre los bancos comunitarios de semillas mantenidos por los Comités de Investigación Agrícola Local (CIALs) y el banco de germoplasma de la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano.
Esta colaboración ayudará a garantizar la protección a largo plazo de la diversidad de leguminosas y maíz que se lleva a cabo en los 13 bancos comunitarios de semillas apoyados por SeedChange y los 5 bancos comunitarios de semillas respaldados por el Programa de Reconstrucción Rural (PRR), socio de FIPAH.
Las muestras se entregarán en diciembre de 2019.
Este trabajo en Centroamérica ha contado con esfuerzos conjuntos a través de la colaboración y el apoyo del Programa Colaborativo de Fitomejoramiento Participativo en Mesoamérica (FPMA); el Proyecto uso sostenible de la agro-biodiversidad de maíz, frijol y especies sub-utilizadas en comunidades indígenas de Centroamérica: Una estrategia para la seguridad alimentaria y adaptación climática, financiado por el Fondo de Distribución de Beneficios del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO (TIRFAA/FAO); el Fondo de Desarrollo de Noruega (Utviklingsfondet) y SeedChange (anteriormente USC Canada).